Existen muchas razones por las cuales resulta sumamente conveniente tener un archivo fotográfico homogéneo de toda nuestra colección numismática. En este artículo recorreremos la mayoría de ellas y compartiremos algunos trucos y consejos.
Seguridad
Empecemos por lo más importante. La seguridad. Si bien por suerte no es un delito habitual, sabemos que desgraciadamente puede ocurrir. En caso de ser víctimas de un robo, tener un archivo fotográfico se vuelve vital, tanto a la hora de hacer la denuncia, como también de recuperar los bienes sustraídos. Con fotos de respaldo podremos reclamar las piezas donde sea que aparezcan en el mundo. Existen varios casos, incluso en Argentina donde se han recuperado colecciones gracias a que los dueños poseían este recurso.
Otro argumento en línea es que tener buen material fotográfico permite que las piezas estén en un lugar más seguro, y que para estudio o un breve repaso podamos apoyarnos en las imágenes sin la constante necesidad de acceder físicamente a la colección.

De compras
A quién no le pasó de estar en un comercio del rubro o en una convención y no recordar si una pieza la tenemos o no. Los más ordenados siempre tienen a mano un listado o planilla que en estos tiempos incluso ya esta digitalizada. Pero ahí aparece la segunda duda; En que estado de conservación estaba la que tengo?. Nuevamente, aquí las imágenes nos pueden prestar un buen servicio. Poder ver y comparar siempre es de gran ayuda, incluso permite que descubramos nuevas variantes mientras comparamos.
En este escenario, también pueden servirnos para ofrecer un canje a la contraparte, sea un profesional o un colega, y poder cerrar un negocio que no queremos que se escape.
Investigación y debate
En reuniones de Centros Numismáticos, Jornadas Nacionales o Internacionales, siempre surgen temas, historias, anécdotas o discusiones relacionadas a piezas de nuestra colección. Que mejor que poder ilustrar nuestro relato o argumento con la foto del objeto en cuestión. Para ello lo ideal sería apoyarnos en servicios digitales que mencionaremos a continuación.
Hacer investigaciones o compartir buenas fotos con quien esta investigando siempre es de gran ayuda. Además facilita y ahorra tiempo a la hora de armar presentaciones para auditorios o preparar publicaciones impresas. Siempre querremos que nuestros artículos estén debidamente ilustrados y que nuestras piezas se luzcan en donde sea que se publiquen.
Almacenamiento
Para muchas de estas ocasiones, además de tener fotografías es necesario poder acceder a ellas. Tenerlas almacenadas en nuestro móvil podría ser una solución, pero sin dudas la mejor sería poder “colgarlas de la nube”, como se dice hoy en la juerga. Con este término nos referimos a tener las imágenes guardadas en Internet en algún servicio de almacenamiento. Existen varias opciones, como DropBox o GoogleDrive, pero mi consejo es utilizar un servicio que sea específico para fotos, como Google Photos.
Otra ventaja de estos servicios es el resguardo. Funcionan como un Back up casi imposible de quebrar. Aunque los paranoícos como yo también conservamos una copia en un disco externo debidamente almacenado junto con las fotos familiares.

Entra por los ojos
La diferencia entre las imágenes que podamos hacer con nuestros móviles y una foto profesional es abismal. No solo por la diferencia de resolución, que puede ser más de 10 veces superior, sino por los cuidados que hay que tener en la correcta iluminación y enfoque. Por eso destacamos en la introducción la homogeneidad del archivo. No es lo mismo cuando todas las fotos dos disimiles en fondo, luz, resolución, etc.
El resultado de una foto tomada por un profesional permite identificar a la pieza casi como un ADN y por otro lado ofrecer una imágen con un sex appeal que de seguro hará que la pieza sea más deseable. Importante tanto si somos vendedores habituales como ocasionales.
Si deseas acceder a un servicio Profesional especializado en fotografiar colecciones numismáticas, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.